Sentir inteligentemente, pensar emocionalmente
SENTIR INTELIGENTEMENTE, PENSAR EMOCIONALMENTE.
Las inteligencias múltiples en las artes escénicas.
Lorena Oliva
Desmayarse, atreverse, estar furioso,
áspero, tierno, liberal, esquivo,
alentado, mortal, difunto, vivo,
leal, traidor, cobarde y animoso;
no hallar fuera del bien centro y reposo,
mostrarse alegre, triste, humilde, altivo,
enojado, valiente, fugitivo,
satisfecho, ofendido, receloso;
huir el rostro al claro desengaño,
beber veneno por licor suave,
olvidar el provecho, amar el daño;
creer que un cielo en un infierno cabe,
dar la vida y el alma a un desengaño;
esto es amor, quien lo probó lo sabe.
Así define, de manera magistral el amor el gran poeta del Siglo de Oro Lope de Vega.
Patricia Gaxiola en su libro La inteligencia emocional en el aula, afirma que la creatividad del arte combina la disciplina y el dominio del cerebro izquierdo con la pasión y la intuición del derecho; “las artes son los cien lenguajes que los seres humanos hemos encontrado desde el origen de la humanidad para expresar tanto ideas y pensamientos, como emociones, sentimientos, deseos, sueños y fantasías”.
El arte es el puente que nos conecta a nuestras emociones y nos enseña a identificarlas, a nombrarlas, a reconocer las reacciones en el cuerpo que nos provocan y a leer las emociones de los demás.
Daniel Goleman, en su libro Inteligencia emocional, explicaba que si queremos ser personas inteligentes emocionalmente la primera habilidad que debemos desarrollar es la de reconocer lo que sentimos; o lo que es lo mismo: poner el nombre correcto a la emoción experimentada.
Mi labor artística nunca estuvo divorciada de la pedagogía, el teatro y la escuela, al principio un tanto desencontrados, como la alondra y el ruiseñor, lograron fundirse y se hicieron uno gracias a la especialización de Pedagogía Teatral, que no es más que el arte en funcionamiento, significa tener la posibilidad de implementar, mediante la metodología de la expresión, una estrategia de trabajo multifacética que vincula el teatro con la educación…y se hizo la luz, desde ese momento actuar es enseñar y viceversa. Hacer teatro, para mí, es lograr que otros también lo hagan.
Me propongo exponer desde mi experiencia durante algo más de 15 años fusionando aula y escenario, e intentaré describir brevemente, como el arte teatral, que es la conjunción de muchas artes y disciplinas, logra convertirse en un gran activador de las Inteligencias Múltiples.
Antes de introducirnos en la teoría de las Inteligencias Múltiples es necesario definir qué es la inteligencia. Hasta hace muy poco tiempo la inteligencia se consideraba algo innato e inamovible. Se nacía inteligente o no, y la educación no podía cambiar ese hecho.
Luego, gracias a las investigaciones del neuropsicólogo Howard Gardner se pudo afirmar que la inteligencia tiene más que ver con la capacidad para resolver problemas y crear productos en un ambiente que represente un contexto rico y de actividad natural. Al definir inteligencia como una capacidad, la convierte en una destreza que se puede desarrollar, sin negar el componente genético. Gardner, autor de numerosos artículos y libros, en el año1983 formuló la Teoría de las Inteligencias Múltiples.
La importancia de la definición de Gardner es doble: primero, amplía el campo de lo que es la inteligencia y reconoce que la brillantez académica no lo es todo. Según esta teoría las inteligencias son ocho y para el desarrollo de la vida uno necesita o hace uso de más de un tipo de inteligencia.
• Lingüística (o verbal-lingüística): Habilidad para utilizar con un dominio avanzado el lenguaje oral y escrito, así como para responder a él.
• Lógico-matemática: Habilidad para el razonamiento complejo, la relación causa-efecto, la abstracción y la resolución de problemas.
• Viso-espacial: Capacidad de percibir el mundo y poder crear imágenes mentales a partir de la experiencia visual
• Corporal (o quinestésica): Habilidad de utilizar el cuerpo para aprender y para expresar ideas y sentimientos. Incluye el dominio de habilidades físicas como el equilibrio, la fuerza, la flexibilidad y la velocidad.
• Musical (o rítmica): Habilidad de saber utilizar y responder a los diferentes elementos musicales (ritmo, timbre y tono).
• Intrapersonal (o individual): Habilidad de comprenderse a sí mismo y utilizar este conocimiento para operar de manera efectiva en la vida.
• Interpersonal (o social): Habilidad de interactuar y comprender a las personas y sus relaciones.
• Naturalista: Habilidad para el pensamiento científico, para observar la naturaleza, identificar patrones y utilizarla de manera productiva.
Trabajando con niños, adolescentes y adultos en la concepción de proyectos teatrales, pude comprobar durante el proceso, desde la escritura a la representación, los alumnos se enfrentan a infinitas oportunidades de aprendizajes significativos, ya que en el montaje de una obra teatral, convergen un sinnúmero de posibilidades en el que los involucrados no solamente logran aportar sus talentos, sino que los ayuda a descubrir nuevas potencialidades que los obliga a poner en funcionamiento todas y cada una de las múltiples inteligencias anteriormente enumeradas.
Si comenzamos por la inteligencia lingüística, podemos afirmar que los actores están en contacto con la palabra desde el primer momento, aún antes de saber leer, los niños actores tienen contacto directo con la palabra.
En la primera lectura del texto, en lo que solemos llamar “ensayo de mesa” se analiza el tema principal y los secundarios de la obra, se describen los personajes, se investiga sobre el género y el estilo de la pieza a montar, como también se deduce la intención del dramaturgo, su contexto personal y sociocultural. Se los invita a visualizar la estructura interna y externa, se familiarizan con términos como acto, cuadro, escena, acotación, conflicto, entre otros.
Se analiza el subtexto, las analogías, las metáforas y todos los recursos estilísticos, ampliando su vocabulario, adaptando los modismos o regionalismos, buscando las definiciones de términos desconocidos o en desuso.
Al trabajar con la voz, la pronunciación, la dicción, la proyección y las intenciones del habla, el alumno reconoce la diferencia entre palabra escrita y el texto para ser representado.
En las creaciones colectivas se arriesgan aún más, a crear sus propios textos o adaptar cuentos, poesías, noticias, canciones o utilizar otros y variados puntos de partida para llevarlos al lenguaje teatral o musical. Se memorizan los parlamentos y en el escenario, la palabra crece, cobra un sentido trascendental, parafraseando a Pablo Neruda…¨todo está en las palabras¨.
La inteligencia espacial se evidencia sobre todo en los diseños de escenografía a través del dibujo, realizando primero los bocetos y luego confeccionado en diferentes talleres todo lo relacionado a lo visual: utilería, maquillaje, vestuario, luces, arte promocional del espectáculo y taquillas. En este proceso los alumnos deben hacer uso de sus conocimientos del espacio, la forma, la composición, la proporción, la perspectiva, la textura, el color, entre otros.
Analizando la relación del teatro con la inteligencia matemática podemos llegar a observar que usamos términos matemáticos para distribuir los elementos en un espacio teatral, desde el punto hasta las figuras geométricas, líneas, diagonales y curvas. El cuerpo se mueve creando ángulos, giros, rectas. El escenario es un rectángulo que a la vez se divide en cuadrados.
El proscenio generalmente es un semicírculo y en él el alumno desarrolla el sentido de la proporción, agrupación, selección, distribución. En el diseño y armado de escenografía debe hacer uso de contenidos de medición. En la creación de una partitura de movimiento o coreografías se mide por tiempos.
Si se involucran en el diseño de luces, debe hacer uso de conocimientos de trigonometría y en la producción ejecutiva de la obra, debe utilizar todos sus conocimientos de matemática financiera. Así que podemos observar como dos mundos que parecen tan distanciados y hasta opuestos se nutren y complementan.
La inteligencia kinestésico corporal se evidencia en todo el proceso teatral, ya que el cuerpo es el instrumento principal del actor y el teatro es palabra en acción, por eso los actores deben entrenarse en desarrollar su expresión corporal para memorizar una partitura de movimientos, tener un cuerpo flexible, dúctil, expresivo, manejar a la perfección los niveles de energía y conocer todas las posibilidades que el cuerpo les ofrece tanto en las obras de teatro tradicionales, como en la de danza teatro, el teatro musical, el teatro de sombras, luz negra, títeres.
Inteligencia musical y el teatro se unen compartiendo términos comunes como el ritmo, la composición, la intensidad. En una obra teatral los parlamentos tienen musicalidad y las canciones tienen fuerza dramática. En términos vocales los actores deben identificar el timbre, tono, volumen, conocer a la perfección el aparato fonador para cuidarlo como los cantantes y los profesionales de la voz y saber oír los silencios del texto como en una partitura.
Las inteligencias intra e interpersonal son fundamentales para todo proceso creativo que involucra un trabajo colaborativo, la capacidad de conocer sus habilidades y exponerse a sus debilidades, de ser autocritico, de asumir compromisos, de negociar ideas, de aportar desde el respeto y la comprensión, de escuchar a los demás, la capacidad de ponerse en lugar de los otros, de afrontar los conflictos en favor de la obra, de no sucumbir ante las frustraciones, de poder disfrutar del proceso manejando los niveles de estrés y las expectativas de los demás.
La inteligencia naturalista, que es la más reciente en la lista, la ponemos en práctica al escoger temas para nuestras obras sobre el cuidado de la naturaleza y el medio ambiente, entendiendo que el teatro es un gran medio de sensibilización desde sus comienzos. También al asumir una cultura ecológica a la hora de escoger materiales para la realización de la escenografía, controlar el uso de aerosoles, de plásticos o evitar acciones contaminantes, como el ruido excesivo o el daño de espacios verdes en las obras de teatro callejero.
No podemos concluir sin incluir el uso de las TIC, ya que desde la investigación de referentes teatrales de diversas compañías del mundo a través del internet, la apreciación de obras grabadas subidas a plataformas digitales, los distintos tipos de diseños de luces que se realizan de manera digitalizada, la escritura conjunta en la que utilizan plataformas para compartir documentos, la creación y edición de música computarizada, la elaboración de videos de animación como soporte escenográfico, la posibilidad de archivar el registro teatral, grabando los ensayos y las funciones, la creación de grupos en redes sociales para agilizar la comunicación de los miembros del equipo, el diseño de arte y videos promocionales y demás hacen que el teatro dialogue permanentemente con las nuevas tecnologías y se nutra de ellas.
Por eso entiendo que es fundamental que los docentes estemos conscientes de todas las posibilidades que el teatro nos ofrece para desarrollar las inteligencias múltiples y que le ofrezcamos a nuestros alumnos la posibilidad de expresarse desde sus diferentes capacidades.
Así el maravilloso acto de subirse a un escenario para trasmitir una historia que conmueva y movilice emociones, logrará ser recordado como una enseñanza significativa en la vida de los estudiantes y no se reducirá únicamente a un acto de exhibición dónde sobresalen, los que entendemos, son los más talentosos, sino que colaboraremos para que el hecho teatral se vuelva una experiencia enriquecedora, inclusiva y trascendente para todos.
Porque esa es la verdadera función del teatro en la escuela y … y quién lo probó lo sabe.
Excelente artículo, gracias por compartir.
ResponderEliminarExcelente no hay desperdicio, mientras se lee se siente estar en una alfonbra magica de verdades y valores .
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